El riesgo de caídas en personas mayores

Las caídas son uno de los accidentes más comunes en personas mayores, pero muchas veces no somos conscientes del impacto real que tienen. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 3 personas mayores de 65 años sufre al menos una caída al año. En los mayores de 80 años, este porcentaje se incrementa hasta un 50 %.

Más allá de los golpes o lesiones visibles, una caída puede provocar consecuencias importantes:

  • Fracturas que requieren hospitalización.
  • Pérdida de autonomía y movilidad.
  • Miedo a volver a moverse con normalidad, lo que genera aislamiento y dependencia.

En España, las caídas son la primera causa de accidentes en mayores de 65 años, y suponen un gran reto tanto para el sistema sanitario como para las familias. La buena noticia es que la mayoría de ellas se pueden prevenir con medidas sencillas en el hogar, rutinas adaptadas y un acompañamiento profesional adecuado.

El riesgo de caídas en personas mayores

El riesgo de caídas en personas mayores

Las caídas son uno de los accidentes más comunes en personas mayores, pero muchas veces no somos conscientes del impacto real que tienen. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 3 personas mayores de 65 años sufre al menos una caída al año. En los mayores de 80 años, este porcentaje se incrementa hasta un 50 %.

Más allá de los golpes o lesiones visibles, una caída puede provocar consecuencias importantes:

  • Fracturas que requieren hospitalización.
  • Pérdida de autonomía y movilidad.
  • Miedo a volver a moverse con normalidad, lo que genera aislamiento y dependencia.

En España, las caídas son la primera causa de accidentes en mayores de 65 años, y suponen un gran reto tanto para el sistema sanitario como para las familias. La buena noticia es que la mayoría de ellas se pueden prevenir con medidas sencillas en el hogar, rutinas adaptadas y un acompañamiento profesional adecuado.

Factores de riesgo

Prevenir caídas empieza por entender cuáles son las causas más frecuentes. No todas están relacionadas con la edad; muchas tienen que ver con el entorno y los hábitos.

Algunos de los factores de riesgo más comunes son:

  • Debilidad muscular y problemas de equilibrio. Con el paso de los años, la pérdida de masa muscular (sarcopenia) dificulta mantener la estabilidad.
  • Medicamentos. Algunos fármacos, especialmente los que afectan al sistema nervioso o la tensión, pueden producir mareos o somnolencia.
  • Visión y audición reducidas. No ver bien los obstáculos o no oír ciertos sonidos aumenta la probabilidad de accidente.
  • Entornos inseguros. Suelos mojados, alfombras sueltas, mala iluminación o pasillos llenos de muebles son un gran riesgo.
  • Uso de calzado inadecuado. Zapatillas abiertas o suelas resbaladizas son un clásico desencadenante de caídas.
  • Falta de confianza o miedo. Muchas personas mayores que ya han tenido una caída reducen su actividad física, lo que debilita aún más sus capacidades motoras.

Identificar estos factores en cada hogar es el primer paso para diseñar un plan de prevención personalizado.

Factores de riesgo

Adaptación del hogar: checklist básico

El hogar es el lugar donde más caídas se producen, pero también el espacio que más fácilmente se puede adaptar. Aquí un checklist práctico para mejorar la seguridad:

  • Baño: Instalar barras de apoyo junto al inodoro y en la ducha; colocar alfombrillas antideslizantes dentro y fuera de la bañera.
  • Suelos y alfombras: Retirar alfombras que no tengan base antideslizante; evitar encerados o superficies resbaladizas; mantener los suelos siempre secos.
  • Iluminación: Revisar todas las estancias y añadir luz suficiente en pasillos, escaleras y baños. Los sensores de movimiento son una buena opción nocturna.
  • Escaleras: Instalar pasamanos en ambos lados, marcar con cinta antideslizante los bordes de los peldaños.
  • Mobiliario: Retirar obstáculos en pasillos y habitaciones; evitar mesas bajas o sillas inestables.
  • Cables y objetos pequeños: Mantenerlos siempre recogidos para evitar tropiezos.
  • Dormitorio: Colocar la cama a una altura adecuada y mantener una luz accesible desde el propio lecho.

Con pequeños cambios, el hogar puede transformarse en un espacio seguro sin perder comodidad ni calidez.

Adaptación del hogar: checklist básico

Rutinas y hábitos que ayudan

La prevención de caídas no depende solo de la casa: también los hábitos diarios marcan la diferencia. Estas son algunas rutinas recomendadas:

  • Revisiones médicas periódicas. Controlar la visión y la audición es clave para detectar cambios tempranos.
  • Ejercicio físico adaptado. Caminar cada día, hacer estiramientos suaves o participar en programas de fisioterapia a domicilio fortalece la musculatura y mejora el equilibrio.
  • Calzado adecuado. Siempre cerrado, con suela antideslizante y que sujete bien el pie. Evitar chanclas o zapatillas sin talón.
  • Buena hidratación y alimentación equilibrada. Evita mareos y mantiene la energía necesaria para moverse con seguridad.
  • Mantener una rutina de actividad. Establecer horarios regulares ayuda a reducir el cansancio excesivo y la desorientación.
  • Evitar prisas. Tomarse el tiempo necesario al levantarse de la cama o al cambiar de postura disminuye los mareos.

En este punto es fundamental implicar a la familia, que puede apoyar con recordatorios, acompañamiento y organización del día a día.

Rutinas y hábitos que ayudan

Apoyo profesional: cómo puede ayudar Senniors

En muchas ocasiones, las familias sienten que no saben por dónde empezar o que las medidas que toman no son suficientes. Aquí es donde entra en juego el apoyo profesional.

En Senniors, ofrecemos servicios que ayudan a valorar y reducir el riesgo de caídas:

  • Fisioterapia a domicilio:
    Trabajamos la fuerza, el equilibrio y la movilidad con ejercicios adaptados, reduciendo el riesgo de caídas y mejorando la confianza de la persona mayor.
    👉 Más información sobre esta terapia en nuestra sección de fisioterapia en casa para personas mayores.
  • Terapia Ocupacional a domicilio:
    Los terapeutas ocupacionales analizan la vivienda y proponen adaptaciones prácticas, además de diseñar actividades significativas que entrenan la coordinación, la memoria y la autonomía.
    👉 Más información sobre esta terapia en nuestra sección de terapia ocupacional para personas mayores.
  • Cuidadores profesionales:
    Contar con apoyo en las actividades diarias más delicadas (baño, movilidad, cocina) garantiza seguridad y tranquilidad tanto para la persona mayor como para la familia.
    👉 Más información sobre nuestro equipo profesional de cuidados para personas mayores o/y dependientes.

La diferencia de contar con este acompañamiento no está solo en reducir caídas, sino también en aumentar la calidad de vida y en que la persona mayor pueda seguir viviendo en casa de forma segura.

Apoyo profesional: cómo puede ayudar Senniors

Más seguridad, más tranquilidad

Las caídas no son “gajes de la edad”: son un riesgo real, pero también evitable. Con un hogar adaptado, rutinas saludables y apoyo profesional, es posible reducir drásticamente la probabilidad de accidentes.

Prevenir caídas significa ganar seguridad, autonomía y, sobre todo, tranquilidad para la persona mayor y su familia. Porque cuidar en casa también es anticiparse.

En Senniors te acompañamos con un equipo de cuidadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales que trabajan para que tu familiar esté seguro en casa, cada día.¿Quieres saber cómo reforzar la seguridad en el hogar de tu familiar mayor? Descubre nuestros servicios de cuidados y fisioterapia a domicilio en senniors.com.

Más seguridad, más tranquilidad