
La violencia hacia personas mayores es una realidad silenciosa que ocurre, a menudo, en entornos de confianza: el hogar, la familia o centros residenciales. Incluye abuso físico, psicológico, sexual, económico y negligencia. Reconocer las señales, actuar a tiempo y prevenir el maltrato es clave para proteger la dignidad, la autonomía y la salud de las personas mayores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el maltrato a personas mayores como cualquier acto —único o repetido— u omisión que cause daño o angustia y se produzca dentro de una relación de confianza. En España, se estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores han sufrido alguna forma de violencia, una cifra probablemente infrarrepresentada por el bajo índice de denuncia. El riesgo aumenta cuando existe dependencia funcional, aislamiento social o sobrecarga del cuidador.
Conocer las formas de maltrato ayuda a detectarlo antes y actuar mejor.
Sexual. Cualquier acto de naturaleza sexual sin consentimiento o con consentimiento viciado.Señales: lesiones genitales, infecciones de repetición, cambios conductuales intensos.
La violencia hacia personas mayores es una realidad silenciosa que ocurre, a menudo, en entornos de confianza: el hogar, la familia o centros residenciales. Incluye abuso físico, psicológico, sexual, económico y negligencia. Reconocer las señales, actuar a tiempo y prevenir el maltrato es clave para proteger la dignidad, la autonomía y la salud de las personas mayores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el maltrato a personas mayores como cualquier acto —único o repetido— u omisión que cause daño o angustia y se produzca dentro de una relación de confianza. En España, se estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores han sufrido alguna forma de violencia, una cifra probablemente infrarrepresentada por el bajo índice de denuncia. El riesgo aumenta cuando existe dependencia funcional, aislamiento social o sobrecarga del cuidador.
Conocer las formas de maltrato ayuda a detectarlo antes y actuar mejor.
Sexual. Cualquier acto de naturaleza sexual sin consentimiento o con consentimiento viciado.Señales: lesiones genitales, infecciones de repetición, cambios conductuales intensos.
La actuación debe ser segura, proporcional y documentada.
El maltrato prospera en el silencio. Hablar de límites, derechos y expectativas de cuidado (desde el ingreso de una persona cuidadora o el inicio de un servicio) previene conflictos. La comunicación no violenta, la escucha activa y los acuerdos escritos (tareas, horarios, descansos, sustituciones) reducen malentendidos y evitan conductas de riesgo.
En Senniors trabajamos con un modelo de cuidado seguro y respetuoso: planes personalizados centrados en la persona, formación continua del equipo, protocolos de detección y actuación, coordinación con servicios sanitarios y sociales, y acompañamiento a familias para construir entornos libres de violencia, dentro y fuera del hogar.
¿Y si la persona niega el maltrato?
Es común por miedo o dependencia. Valora coherencia del relato, evidencias y cambios observables. Prioriza seguridad y activa recursos profesionales.
¿Qué hacer si el cuidador está desbordado pero no hay intención de dañar?
Aporta descansos, formación y apoyo emocional. La sobrecarga puede generar prácticas negligentes sin intención; con apoyos adecuados, se corrige.
¿Cómo proteger las finanzas sin vulnerar la autonomía?
Transparencia, doble firma y asesoría notarial para poderes preventivos. Revisiones periódicas con la persona mayor y un tercero de confianza.
Prevenir la violencia hacia personas mayores exige mirada atenta, protocolos claros y apoyo real a quien cuida y a quien es cuidado. Detectar señales, actuar sin dilación y fortalecer redes de protección marca la diferencia entre el daño y la seguridad. En Senniors, reafirmamos nuestro compromiso con un cuidado profesional, digno y libre de violencia, para que cada persona mayor se sienta protegida, escuchada y valorada.