En España, abuelos y abuelas cumplen una función fundamental como cuidadores y sustento de las familias. En 2016, un 55,9% ayudaban económicamente a sus hijos.
Asimismo, un 27% de abuelos y abuelas cuidan de sus nietos más de 10 horas a la semana.
En una sociedad donde la conciliación de vida familiar y laboral suele quedarse en buenas palabras e intenciones, pero no en una realidad, contar con el apoyo de los abuelos es casi como beber de un manantial de agua en el desierto.
En España, abuelos y abuelas cumplen una función fundamental como cuidadores y sustento de las familias. En 2016, un 55,9% ayudaban económicamente a sus hijos.
Asimismo, un 27% de abuelos y abuelas cuidan de sus nietos más de 10 horas a la semana.
En una sociedad donde la conciliación de vida familiar y laboral suele quedarse en buenas palabras e intenciones, pero no en una realidad, contar con el apoyo de los abuelos es casi como beber de un manantial de agua en el desierto.
Una relación sana y tranquila entre abuelos y nietos, libre de presiones y sobreesfuerzos, es muy beneficiosa para toda la familia.
Está demostrado que los adultos mayores que pueden cuidar de sus nietos, tienen menos riesgo de padecer depresiones y hasta una mayor esperanza de vida.
La sociedad tampoco queda exenta de los beneficios de las relaciones entre abuelos y nietos. Cada familia en la que se transmiten valores de una generación a otra, en la que todos sus miembros tienen un papel valioso y activo, es una piedra que cimienta una sociedad más unida, justa y solidaria.
En muchas familias, llega un momento en que los abuelos ya no tienen fuerzas para hacerse cargo de sus nietos. Puede que incluso ya no tengan toda la capacidad para cuidar de sí mismos y necesiten ayuda.
¿Cómo deberíamos enfocar esta situación?
Sencillamente como un cambio de rol, pero no de valor.
La dignidad de las personas nunca se debe medir en función de lo “útiles” que estas pueden ser en las familias y sociedades. Es algo intrínseco a cada ser humano.
Cuando sucede que esos abuelos que han cuidado de sus hijos y nietos, son ahora quienes necesitan que les cuidemos, podemos decir que se completa un ciclo vital.
Se trata de un ciclo que no se debería ver como una devolución de favores (“Como tú me cuidaste, ahora mi obligación es cuidarte”), sino en un acto de dar y recibir amor (“Me cuidaste porque me quieres, y yo te cuido porque te quiero”).
El rol de cuidadores y cuidados cambia de manos a lo largo de la vida. Pero el amor en una familia puede permanecer invariable.
El cuidado de adultos mayores con algún grado de dependencia no siempre es fácil y puede sobrepasar las capacidades de la propia familia.
Si tus padres o abuelos necesitan cuidados en el hogar y no tienes el tiempo suficiente para dárselos, o la situación te sobrepasa, ante todo no te sientas mal por ello. Tus cuidados siempre son valiosos. Si necesitas ayuda en esta etapa… ¡Está bien!
Puedes contar con nuestro apoyo para encontrar el cuidador ideal. En Senniors somos expertos en atención y cuidado en el hogar de adultos mayores con distintos grados de dependencia. Nos encantaría poder ayudarte. Si quieres, puedes contactarnos aquí. Si te interesa seguir aprendiendo sobre cómo mejorar la calidad de vida de las personas mayores, te invitamos a explorar más artículos en nuestro blog.